FÁTIMA (II): LA MADRE DEL SECRETO
- Fabricio Melchiori
- 13 may 2018
- 5 Min. de lectura

—¡Macellai! —vocifera don Gabriele Amorth en italiano, como si quisiera expulsar al mismísimo demonio, recuperando el antiguo destello de sus ojos cansados, acuosos, viejos.
—¡Carniceros…! —murmuro yo, entre dientes.
—En la cabeza y en el corazón del Padre Pío —explica el exorcista oficial del Vaticano, con gesto de estupor— retumbaba una y otra vez esa terrible palabra pronunciada por el mismo Jesús contra varios altos mandatarios de la Iglesia y multitud de sacerdotes.
—Esa patibularia sentencia —advierto— figura en una carta del Padre Pío a su director espiritual, recogida en el primer volumen de su Epistolario [del 19 de marzo, festividad de San José, de 1913]. —Una carta profética, sin duda —asiente él—. Tan profética, que aún no se ha cumplido del todo… —¿Cómo no recordarla? Contaba el Padre Pío que se le apareció Jesús entonces con el rostro desfigurado, asegurándole que se mantendría en agonía por todas esas almas infieles favorecidas por Él… ¡hasta el fin del mundo!
¿Un secreto bien guardado?
Así arranca El secreto mejor guardado de Fátima, Planeta 20017, una investigación de José María Zavala (Madrid, 1962) que trata de arrojar luz a los secretos que encierran todavía hoy las apariciones de Fátima, aprobadas por la Iglesia, en su primer centenario. Cuenta con documentos y testimonios nuevos que, según su autor, evidenciarían que el Tercer Secreto de Fátima no fue desvelado en su totalidad en el año 2000.
Zavala plantea en este libro varios interrogantes como por qué Juan Pablo II declaró en Alemania que no era agradable decirle a la gente que océanos enteros invadirían la tierra y que perecerían millones de personas en minutos o por qué añadió el Pontífice que habría un cisma en la Iglesia como nunca antes había existido en la historia, y que todo ello se produciría dentro de no mucho tiempo.
"Es una libro crucial porque en los mensajes de Fátima se encierra el pasado y el futuro de la Iglesia y del mundo", aseguró el autor.
El libro tiene tres partes. La primera, una entrevista inédita con Gabriel Amorth en su sala de exorcismos en Roma, en la que salen a relucir asuntos como el tercer secreto de Fátima, la situación interna de la Iglesia y la no consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María; la segunda, el testamento espiritual de Padre Pío; y por último, un capítulo dedicado a un documento en portugués que recibe Zavala y que pone en manos de peritos calígrafos, los cuales corroboran que ha sido escrito por la misma mano que escribió los dos primeros secretos, Sor Lucía de Fátima.
La aparición de un texto.
Realizan un estudio pericial caligráfico a un documento que el mismo autor recibió como mensaje anónimo en su correo electrónico. Un texto que podría haber escrito la propia Sor Lucía de Fátima, revelando el auténtico tercer secreto de Fátima.
Quizá no todo lo que sabemos ―o mejor dicho, lo que nos cuentan―, respecto a las apariciones de Fátima sea del todo cierto, al menos no en su totalidad. José María Zavala lo cuenta en el libro citado, cuyo subtítulo es Una investigación 100 años después.
Una de las peritos judicial calígrafo más prestigiosas de España, realiza un estudio sobre un texto que, alguien sostiene, llevaba varios años publicado en internet, y que podría contener el auténtico tercer secreto de Fátima.
La carta, fechada en 1944, habla del “tercer fragmento del secreto”, y describe a un Papa, alabado por una multitud. Sin embargo, dice la carta, “había una diferencia con un verdadero Santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal”.
La carta menciona el pontificado de "Juan Pablo", estando fechada sin embargo más de 30 años antes de que el cardenal polaco se sentara en el trono de Pedro, convirtiéndose en uno de los papas más grandes de la historia de la Iglesia. Por último, la carta profetiza que “la Catedral de Roma debe ser destruida y una nueva construida en Fátima”.
Algunos párrafos del texto.
Ahora voy a revelar la tercera parte del secreto: Esta parte es la apostasía en la Iglesia!
Nuestra Señora nos mostró una visión de un individuo que yo describo como el “santo Padre” frente a una multitud que lo vitoreaba.
Pero había una diferencia con un verdadero santo Padre, la mirada del demonio, éste tenía los ojos del mal.
Entonces, después de algunos momentos vimos al mismo Papa entrando en una iglesia, pero esta Iglesia era la iglesia del infierno; no hay manera de describir la fealdad de ese lugar. Parecía como una fortaleza hecha de cemento gris con ángulos quebrados y ventanas similares a ojos; tenía un pico en el tejado del edificio.
Enseguida levantamos la vista hacia Nuestra Señora que nos dijo: Visteis la apostasía en la Iglesia; esta carta puede ser abierta por el Santo Padre, pero debe ser publicada después de Pío XII y antes de 1960.
¿Se trata realmente del Tercer Secreto de Fátima, o simplemente es una burda falsificación?
La experta concluyó que el manuscrito había sido “realizado por la misma mano que el documento correspondiente a la Primera y Segunda Parte del Secreto de Fátima, redactado de puño y letra por Sor Lucía dos Santos”.
Apostasía de la Iglesia.
Este documento habla de la apostasía de la Iglesia, que coincide con lo que el padre Pío dijo al padre Amorth ―exorcista de la diócesis de Roma―, sobre el Tercer Secreto de Fátima. Amorth explicó en una ocasión a José María Zavala que trataba “de la apostasía y de un Papa bajo el control de Satanás”.
Del peligro de la apostasía dentro de la Iglesia avisaron el padre Pio y lo aseguró el cardenal Ottaviani, testigo presencial de la apertura del Tercer Secreto junto a Juan XXIII.
Pablo VI llegó a decir que el humo de Satanás había entrado dentro de la Iglesia ¿a qué se refería?
Era una clara constatación de lo que ya entonces sucedía y un anticipo de la apostasía en la Iglesia desde sus mismas entrañas. Lo advirtieron, como dijimos, el Padre Pío y Gabriele Amorth, y por supuesto mucho antes Ana Catalina Emmerick, San Francisco de Asís o San Juan Bosco. Por no hablar de los mensajes de advertencia lanzados por la Virgen en otras apariciones aprobadas por la Iglesia, como La Salette.
El propio Ratzinger había declarado en 1985 al vaticanista Vittorio Messori, en su ya clásico libro Informe sobre la fe, que el Tercer Secreto podía encerrar “los peligros que se ciernen sobre la Humanidad”.
Y el papa Wojtyla había confirmado también, el 13 de mayo de 1982, esto mismo: “El sucesor de Pedro se presenta aquí también como testimonio de los inmensos sufrimientos del Hombre, como testimonio de las amenazas, casi apocalípticas, que pesan sobre las naciones y sobre la Humanidad”.
Un final abierto.
El Tercer Secreto debería haber sido revelado por el Papa Juan XXIII antes de 1960, sin embargo no fue sacado a la luz hasta el año 2000. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
Además, Gabriele Amorth, ya fallecido, antiguo exorcista oficial del Vaticano e hijo espiritual del Padre Pío, explica con todo lujo de detalles por qué no fue válida la consagración realizada en marzo de 1984; entre otras razones, porque no se hizo mención expresa de Rusia, como pedía la Virgen. Amorth estuvo junto al Papa aquel día y lo explica ahora en este libro.
Además, existen dos documentos distintos sobre la última revelación de las apariciones de Fátima. Uno, de tan sólo una página, se encuentra en los aposentos papales. Y otro, de cuatro páginas (que fue el que salió a la luz en el año 2000) se encuentra en el depósito en el Santo Oficio.
¿Realmente está completo el tercer secreto de Fátima? ¿hay una parte de él que está bien guardada?
Completado el centenario de las apariciones, la pregunta parece seguir en pie.
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